sexta-feira, 22 de abril de 2011

Minha busca vã

Ao rouxinol que canta
Na noite que vai caindo
Marcado de triste dor,
Às nuvens que vão subindo
Em matizes d'esplendor,
Eu peço notícias de ti.

Ao vento que vai passando
À brisa que vem chegando,
Ao odor do mar e da flor,
Ao canto das praias varridas
Pelas ondas irritadas,
Eu peço notícias de ti.

Às gaivotas que vão deixando
Pelo ar, um risco branco,
Ao rumor leve dos buzios,
Às mil e uma coisas da terra,
Eu peço notícias de ti.

Aos homens que vêm chegando,
Aos barcos, às fontes, aos rios,
Às estrelas que vão brilhando
Em risos, em frio desdém,
Eu peço notícias de ti.

Ninguém mas dá!
Só a chuva sobre mim em pranto se cerra.
Há silêncio em toda a terra,
Silêncio seco e ruim
De ventos vergando ramos
Como se dentro de mim
O mesmo silêncio se vaze.
Não há notícias de ti!

E neste anseio cansado
Nesta pergunta tão vã
Apenas queria (vê lá)...
Ser nuvem, ser ave, ter asas,
Ter algo mais do que sonhos,
Do que cantos, do que versos,
P'ra que pudesse voar
E poder assim saber,
Algo de ti, meu amor.

Fonte: Página do Facebook de Vera Lúcia

terça-feira, 19 de abril de 2011

Non posso eu, meu amigo

--- Non posso eu, meu amigo,
con vossa soidade
viver, ben vo-lo digo;
e por esto morade,
amigo, u mi possades
falar e me vejades.

Non posso u vos non vejo
viver, ben o creede,
tan muito vos desejo;
e por esto vivede,
amigo, u mi possades
falar e me vejades.

Nasci em forte ponto;
e, amigo, partide
o meu gran mal sen conto,
e por esto guaride,
amigo, u mi possades
falar e me vejades.

--- Guarrei, ben o creades,
senhor, u me mandades.

Fonte: site astormentas.com

Oda a las cosas

AMO las cosas loca,
locamente.
Me gustan las tenazas,
las tijeras,
adoro
las tazas,
las argollas,
las soperas,
sin hablar, por supuesto,
del sombrero.

Amo
todas las cosas,
no sólo
las supremas,
sino
las
infinita-
mente
chicas,
el dedal,
las espuelas,
los platos,
los floreros.

Ay, alma mía,
hermoso
es el planeta,
lleno
de pipas
por la mano
conducidas
en el humo,
de llaves,
de saleros,
en fin,
todo
lo que se hizo
por la mano del hombre, toda cosa:
las curvas del zapato,
el tejido,
el nuevo nacimiento
del oro
sin la sangre,
los anteojos,
los clavos,
las escobas,
los relojes, las brújulas,
las monedas, la suave
suavidad de las sillas.

Ay cuántas
cosas
puras
ha construido
el hombre:
de lana,
de madera,
de cristal,
de cordeles,
mesas
maravillosas,
navíos, escaleras.

Amo
todas
las cosas,
no porque sean
ardientes
o fragantes,
sino porque
no sé,
porque
este océano es el tuyo,
es el mío:
los botones,
las ruedas,
los pequeños
tesoros
olvidados,
los abanicos en
cuyos plumajes
desvaneció el amor
sus azahares,
las copas, los cuchillos,
las tijeras,
todo tiene
en el mango, en el contorno,
la huella
de unos dedos,
de una remota mano
perdida
en lo más olvidado del olvido.

Yo voy por casas,
calles,
ascensores,
tocando cosas,
divisando objetos
que en secreto ambiciono:
uno porque repica,
otro porque
es tan suave
como la suavidad de una cadera,
otro por su color de agua profunda,
otro por su espesor de terciopelo.

Oh río
irrevocable
de las cosas,
no se dirá
que sólo
amé
los peces,
o las plantas de selva y de pradera,
que no sólo
amé
lo que salta, sube, sobrevive, suspira.
No es verdad:
muchas cosas
me lo dijeron todo.
No sólo me tocaron
o las tocó mi mano,
sino que acompañaron
de tal modo
mi existencia
que conmigo existieron
y fueron para mí tan existentes
que vivieron conmigo media vida
y morirán conmigo media muerte.

Fonte: Neruda - página na net

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